Monday, December 31, 2007

El Año de las Fieras Heridas

Al Qaeda: después de Benazir, tras las 100 bombas nucleares de Pakistán

La trágica desaparición de Benazir Bhutto, a unos cuantos días de obtener el triunfo en las urnas democráticas convertidas hoy en urnas funerarias, representa la crónica de una muerte anunciada desde hace dos meses, cuando sufrió un atentado al retorno de su exilio.
Se elimina a la primera mujer que fue primer ministro en el mundo islámico a los 35 años: un genuino gino-cidio (la muerte de las mujeres) que a “alguien” interesa explotar en 25 por ciento de la población mundial con el fin de fracturarlo genéricamente.
Su asesinato, que denota extrañas deficiencias en materia de seguridad, comporta mucho parecido logístico con los homicidios de Colosio Murrieta (1994) en México y del primer ministro israelí Yitzhak Rabin (1995) que cambiaron el curso histórico de sus países con su respectiva dedicatoria: la captura del petróleo y el gas de México (que inicia el cordobista Zedillo y le corresponde implementar a los panistas Fox y Calderón) y la likudinización fundamentalista militar hebrea, ambos proyectos al servicio del nuevo orden unipolar mundial de los neoconservadores straussianos, quienes florecieron a partir del 11/9.
De dos cosas una: “alguien” en la cúpula del poder mundial en Wall Street y la City desea borrar las huellas comprometedoras del 11/9 en el sitio de su origen primigenio (Pakistán: el “país del 11/9”, como lo bautizamos en CNN en Español), o bien, las mismas fuerzas aviesas globales buscan crear el caos generalizado para encubrir y/o aprovechar la desintegración del sistema bancario israelí-anglosajón (v. gr. la crisis inmobiliaria), que Ambrose Evans-Pritchard afirma será mucho peor que la Gran Depresión de 1929 (The Daily Telegraph, 28/12/07).
Al saberse del asesinato de inmediato se dispararon los dos oros: el amarillo y el negro.
Antecedentes inmediatos: seis sucesos relevantes aparecieron en el radar geoestratégico global en el lapso de seis días antes del asesinato: 1. India y China celebraron ejercicios militares por primera vez, lo cual comporta un profundo significado en Eurasia (Rediff News, 21/12/07); 2. expulsión extraña por el gobierno de Karzai, de Afganistán, de dos “diplomáticos” europeos, quienes negociaban tras bambalinas con los insurgentes talibanes; 3. el 25 de diciembre, Rusia lanzó exitosamente un cohete intercontinental a más de 7 mil kilómetros de distancia (BBC, 25/12/07); 4. el mismo día, otro misil ruso fue lanzado exitosamente desde un submarino nuclear (RIA Novosti, 25/12/07); 5. la cancillería rusa arremetió contra el proyecto de despliegue misilístico balístico de Estados Unidos en Polonia y la República Checa y acusó que no estaba dirigido contra Irán sino a la misma Rusia, y 6. un día antes, Washington reveló un acuerdo con el gobierno del general Musharraf para instalar “tropas especiales” estadunidenses con el fin de golpear por la retaguardia a la insurgencia afgana que se refugia en la transfrontera paquistaní (William M. Arkin, The Washington Post, 26/12/07).
Es nuestra hipótesis que “alguien” perpetró el gino-cidio días después con el fin de contrarrestar esta serie de eventos relevantes que afectan los intereses israelíes-anglosajones.
Llamó la atención que Rusia exima de toda culpa a Musharraf y acepte la inculpación de Al Qaeda, como afirma Konstantín Kosachov, encargado de las relaciones internacionales de la Duma: “es absolutamente verosímil (sic) la versión de que las redes del terrorismo internacional Al Qaeda y talibán estén involucradas en el asesinato de la lideresa opositora paquistaní y ex primera ministra Benazir Bhutto” (RIA Novosti, 28-12-07). En el hermenéutico lenguaje a descifrar entre las grandes potencias en la etapa posmoderna del “terrorismo”, acusar a Al Qaeda equivale a endosárselo a los servicios secretos de la CIA y al MI6 británico.
En su portal The Washington Note (27/12/07), Steve Clemons, becario del The New American Foundation y muy cercano a Benazir, comenta sobre su martirologio democrático: “estaba dispuesta a correr el riesgo de perder su vida para intentar y conseguir un diferente trayecto en Pakistán, pero ceo que sus oportunidades eran muy bajas en el caldero de un escenario político que requiere de líderes políticos que se mezclen con las masas”.
Es cierto: como consecuencia de la desglobalización, hoy el planeta tiende más hacia la oclocracia (el gobierno de las masas) que a la democracia decimonónica de corte anglosajón.
Más allá de la colisión hereditaria de la dinastía Bhutto contra el ejército, los poderosos servicios de inteligencia (ISI, por sus siglas en inglés), y su antagonismo contra los copiosos jihadistas-salafistas de la coalición de Al Qaeda y los talibanes medievales en la transfrontera de Afganistán-Pakistán, estaban condenadas al fracaso tanto su proyecto neoliberal (en una versión hipercorrupta que epitomiza su viudo Asif Ali Zardari, propulsado como heredero político por The Financial Times) como su alianza con Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel.
El mismo Steve Clemons, entrevistado por Raw Story (27/12/07), se preocupa por el “comando y control de las ojivas nucleares” de Pakistán: “el asesinato de Benazir puede provocar que el reloj nuclear del juicio final se acerque a la medianoche”. Dicho reloj fue puesto este año por el Boletín de Científicos Atómicos a cinco minutos para la medianoche y Clemons arguye que ahora se encuentra “más cerca de medianoche, a una situación apocalíptica potencial”.
Ya decíamos que “La balcanización de Pakistán sería lo de menos” (ver Bajo la Lupa, “Pakistán: ¿Qaedastán y talibanización benditas por Bush?”, 11/11/07) de no ser por el destino de sus 100 bombas nucleares “clandestinas” que podrían caer en manos de los presuntos responsables de los atentados del 11/9 y/o los integristas talibanes de Afganistán y Pakistán: ayer, aliados de Washington y Londres contra la antigua URSS, y hoy, enemigos convenientes en el marco de la guerra contra el terrorismo global que ha implementado Baby Bush en sus siete años de gobierno. Pero todavía más impactante es el silencio ensordecedor de Israel sobre la dotación clandestina de 100 bombas sunnitas de la dictadura militar de Pakistán, en contraste con la alharaca que ha vociferado en referencia al proyecto civil atómico de Irán” (ver Bajo la Lupa, 18/11/07).
¿A quien daña la pulverización de Pakistán y/o su qaedización nuclear? Ya lo habíamos anticipado: al RIC (Rusia, India y China) y a Irán (ver Bajo la Lupa, 18/11/07). La muerte de Benazir provoca la reacción en cadena exquisitamente preprogramada.
En la superficie teatral, la política de Baby Bush en Pakistán se encuentra hecha añicos (IHT, 29/12/07). Pero otra cosa es la profundidad de los avernos donde operan los servicios secretos de inteligencia de Estados Unidos y Gran Bretaña (y el ISI). El cataclismo de la hibridación alocada de una coalición contranatura entre Musharraf y la fallecida Benazir obliga a Baby Bush a buscar un “plan B” (que no tiene) para la nueva situación en Pakistán vulcanizado y en vías de desintegración.
John McLaughlin, anterior director ejecutivo de la CIA, “predijo que el caos duraría semanas por lo menos y que la capacidad de las autoridades de Pakistán menguaría para lidiar con Al Qaeda en ese lapso” (The Guardian, 29/12/07). Pakistán va que vuela hacia su qaedización nuclear.
Guillermo Almeyra





El Año de las Fieras Heridas

Termina el año con George Bush El Asiático empantanado irremediablemente en Irak y con otro desastre creciente en Afganistán, donde grupos tribales y feudales puestos en el poder por Washington aportan hoy 95 por ciento del opio que consumen los países que dicen estar en guerra contra el terrorismo y el narcotráfico.
En Asia, además, crecen hoy exponencialmente las economías india y china (que ignoraron las recetas del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial). China se ha convertido en el primer exportador mundial, principal sostén del dólar –en total crisis– y polo de atracción de todas las economías del sudeste asiático. Por si fuera poco, China y Rusia han firmado un pacto militar (Washington siempre quiso separarlas y oponerlas), al cual se han unido India, Kazajstán, Azerbaiyán y Uzbekistán (que Estados Unidos quiso convertir en semicolonias al invadir Afganistán para controlar el petróleo del mar Caspio y la provisión de combustible al semicontinente indopaquistaní). Por otro lado, la invasión a Afganistán, en vez de ayudar a controlar el enorme territorio euroasiático y aislar a Rusia, en un extremo, China, en el otro, e Irán, en el sur, juntó a esos tres países y encerró por todos lados a Afganistán, con el resultado secundario –pero importante– de que el gobierno militar paquistaní se tambalea y difícilmente pueda ser sustituido por un gobierno civil proestadunidense, no sólo por el asesinato de Benazir Bhutto, que era el recambio, sino también porque los paquistaníes odian a Musharraf, pero odian más al imperialismo que apoyó la dictadura y además es antislámico. Por otra parte, el intento de acorralar a Rusia, también en Europa, promoviendo gobiernos proestadunidenses en Georgia, Moldavia, Ucrania y países bálticos, tuvo como resultado despertar la resistencia rusa, que se vio favorecida por los altos precios del gas, el petróleo y el oro, como consecuencia de las aventuras yanquis en el Golfo.
Pero donde peor le ha ido a Estados Unidos es en el campo de su economía, altamente dependiente del comercio mundial, del costo de los combustibles y de la competitividad china, ya que la nación, aunque continúa siendo el primer mercado mundial y gran potencia militar, dejó de ser autosuficiente y omnipotente hace rato, y debe destinar constantemente billones de dólares a sostener su sistema financiero entrampado en la crisis de la especulación inmobiliaria. Estados Unidos está hoy a merced de una posible decisión monetaria china o de los grandes países petroleros, que podrían abandonar el dólar en sus reservas (como hace décadas hicieron con la libra esterlina) convirtiéndolas ahora en euros. Además, su llamado patio trasero es inseguro. El gobierno de México, ilegal e ilegítimo, se sostiene, por ejemplo, apoyándose en el gran capital y en la represión, pero enfrenta una creciente oposición y su principal “fuerza” consiste en que ésta está dispersa y la protesta indígena no coincide con la campesina ni ésta con la obrera y popular (como la oaxaqueña), ni tiene una propuesta alternativa ni un cauce político creíble, lo cual permite que Calderón desgaste a los ilusos que esperan un futuro cambio constitucional y electoral y golpee, aislándolos, a los antinstitucionales, que no supieron ni saben construir alianzas democráticas ni siquiera para defenderse de los golpes que vienen. Pero un ataque, por ejemplo contra las zonas zapatistas, serviría por sí mismo para superar diferencias y resquemores, y como en el caso de la APPO, pero a escala nacional, uniría a los simpatizantes de la otra campaña con sectores mucho más vastos, provenientes de otros sectores políticos y sociales, porque sería, como fueron los hechos en Oaxaca o en Atenco, un ataque contra todos. Centroamérica, al mismo tiempo, dejó de ser el paraíso que esperaba crear Washington tras el ataque a Panamá y la derrota de la revolución sandinista, y no porque Daniel Ortega sea un paladín antimperialista, sino porque Washington no tiene qué ofrecer a la región y Calderón es para los emigrantes centroamericanos lo que Bush es para los mexicanos que quieren ir a Estados Unidos. Por si fuera poco, el Caribe, ese lago interno de Estados Unidos desde principios del siglo anterior, empieza a entrar en la órbita de Venezuela, mientras la figura de Uribe –sobre todo ahora, con el caso de los rehenes– se esfuma como el gato de Alicia en el País de las Maravillas y la de Chávez, en cambio, se fortalece a pesar de sus recientes errores y traspiés. La situación sudamericana es tal, que dos gobiernos conservadores –los de Brasil y Argentina– no pueden llevar a cabo las recetas neoliberales y aprovechan la crisis de la hegemonía estadounidense para abrir espacios a sus respectivas burguesías, mientras gobiernos lacayos –el de Uruguay y el de Chile–, bajo la presión social, se ven obligados a la prudencia, y la revolución avanza –o al menos no retrocede– en Bolivia, Ecuador y en el movimiento social venezolano.
El 2008 agravará esta situación para las clases dominantes de Estados Unidos, entre otras cosas porque la crisis mundial coincidirá con la política en ese país y con las elecciones presidenciales de noviembre de ese año. La fiera herida es particularmente peligrosa, y si las cosas corriesen el riesgo de no ser ya controladas, Bush podría lanzar una nueva aventura en el Golfo aplicando los planes de ataque atómico contra Irán que tiene preparados desde hace más de tres años. Por eso es necesario unirse tras objetivos democráticos comunes y golpear antes contra sus aliados y sus intereses de modo de debilitarlo.





Calderón, el viajero VIPHa realizado 85 giras a México y el mundo con un costo al erario de más de 5 mdd.

Su bitácora presenta contrastes de gastos: erogó más por una misión a Yucatán que por dos visitas a AlemaniaSERGIO JAVIER JIMÉNEZEl UniversalSábado 29 de diciembre de 2007sergio.jimenez@eluniversal.com.mxEl presidente Felipe Calderón erogó por concepto de giras nacionales un monto total de 37 millones 723 mil 350 pesos, incluyendo 8 millones 765 mil pesos utilizados por el Estado Mayor Presidencial (EMP), según información parcial proporcionada por la Presidencia.De acuerdo con el reporte, en el periodo del 1 de diciembre de 2006 al 30 de junio de 2007 realizó 77 viajes a diversos estados del país, gastando más de 28 millones 958 mil pesos.El viaje más caro fue el que realizó a Yucatán los días 12 y 13 de marzo, cuyo cargo para el arca pública fue de 5 millones 889 mil pesos divididos de la siguiente manera.Hospedaje y alimentación: un millón 996 mil pesos; transporte terrestre, 972 mil 971 pesos; gastos “diversos” —fax, papelería, renta de equipo, y renta de salones— un millón 283 mil 944 pesos, y en transporte aéreo, un millón 636 mil pesos.En el análisis del gasto total acumulado durante este mismo periodo se desembolsó más por el pago de transporte terrestre que por el aéreo.En el primer caso se erogó 14 millones 64 mil pesos. En contraste, en el segundo caso, la cifra fue de 5 millones 751 mil pesos.El total acumulado en esas mismas fechas en alimentos y hospedaje fue de 7 millones 253 mil pesos y un millón 888 mil 419 pesos en costear lo que catalogan como “diversos”.Los gastos efectuados por el EMP en actividades de seguridad y logística de las giras nacionales de trabajo de Felipe Calderón, del 1 de julio al 30 de septiembre de 2007, fueron de 8 millones 765 mil pesos.La visita más cara realizada por Calderón y el EMP fue la del 27 de septiembre de 2007 a Sonora y Sinaloa, el mismo día, ya que representó un gasto de 697 mil 985 pesos, divididos de la siguiente forma. Poco más de 115 mil 788 pesos en alimentación y hospedaje; 291 mil 726 pesos en transporte terrestre; 196 pesos en “diversos”, y 290 mil en transportación aérea.Vicente Fox, antecesor de Calderón realizó a bordo de TP-01 Presidente Juárez, por lo menos 700 giras a lo largo de su gobierno (2000 a 2006), de éstas más de 50 fueron internacionales, en las que visitó más de medio centenar de países en el mundo.En el caso de Calderón, de diciembre de 2006 a septiembre de 2007, el mandatario realizó ocho giras internacionales, en las que visitó 16 países: Nicaragua (10 enero); El Salvador (16 enero); Suiza, Alemania, Gran Bretaña, y España (25 al 30 enero); Guyana, Francesa (3 marzo); Italia, Bélgica, Alemania y El Vaticano (4 al 8 junio); Belice (29 junio); Canadá (19 al 21 agosto); Australia, Nueva Zelanda e India (6 al 11 de septiembre).Visitó 12 paísesPero en su informe, Presidencia sólo se refiere a 12 países visitados por Calderón del 1 de diciembre al 30 de junio, en los que se ejerció un gasto de un millón 153 mil 915 dólares, desglosados de la siguiente manera: más de 373 mil dólares para sufragar alimentos y hospedaje; 132 mil 695 dólares en transporte terrestre; 42 mil 504 dólares en “diversos” y 605 mil 665 dólares en transporte aéreo.Otra gira la realizó a Canadá, posteriormente viajó a Nueva Zelanda, Australia y la India, en un solo periplo, en el periodo de julio a octubre de 2007, lo que representó un gasto de poco más de medio millón de dólares.El total acumulado en desplazamientos internacionales es de un millón 691 mil 208 dólares.El viaje más caro fue el que hizo a India (10 al 11 de septiembre de 2007); “fortalecer la relación entre el país asiático y México” costó 196 mil 620 dólares.El segundo viaje más oneroso fue el que realizó a Italia, del 3 al 5 de junio, que incluyó pasar a la Santa Sede para saludar y recibir la bendición Papa en compañía de su esposa e hijos. Costó al erario 183 mil 327 dólares.Dos visitas diferentes a Alemania en los periodos del 25 de enero de 2007, y cinco meses después, del 6 al 7 de junio, sumaron un monto de 181 mil 148 dólares.Por pisar suelo australiano del 7 al 9 de septiembre: 174 mil dólares; para “reafirmar lazos con Suiza” y pasar a Davos, del 25 al 27 de enero, se erogaron 160 mil dólares. Habló de temas bilaterales con Tony Blair en Gran Bretaña, por 97 mil dólares.El viaje presidencial más barato al extranjero lo realizó el 10 de enero para asistir a la toma de protesta de Daniel Ortega como presidente de Nicaragua. Acudir a la ceremonia implicó erogar 32 mil 508 dólares.El 21 de mayo de 2007, un viaje de ida y vuelta del Presidente al estado de México, significó un gasto de 98 mil pesos. Divididos así: 29 mil 421 pesos en alimentos y hospedaje; 63 mil pesos en transportación terrestre; 70 pesos en “diversos” y 5 mil 488 pesos en transporte aéreo.
Y es información PARCIAL. O sea que en realidad el enano se ha gastado mucho más. Ha de ser que no quiere que se sepa lo que se ha gastado en chupe.





Un Obispo Comprometido

Jesús González Schmal29 de diciembre de 2007

Coahuila ha sufrido en los últimos tiempos la embestida de cuatro calamidades que, lejos de ser fortuitas, eran evitables y que han cobrado no sólo severos daños económicos y ecológicos irreversibles, sino, sobre todo, vidas humanas de trabajadores (hombres y mujeres), cabezas de familias que han quedado en el desamparo y en la desolación frente a la injusticia que tales actos criminales significan y ante los cuáles no hay autoridad que responda.
Empezó la mala racha en febrero de 2006, cuando el gas acumulado en el interior de la mina de cobre en Pasta de Conchos, municipio de Sabinas, explotó simple y sencillamente porque la empresa, Grupo Minero México, no había observado los dispositivos de seguridad necesarios y las autoridades federales del trabajo no habían obligado al consorcio minero a cumplirlos. Sesenta y cinco mineros quedaron sepultados y sufrieron la falta de oxígeno en el interior del túnel. A la fecha, viudas, hijos, hermanos, padres, etcétera no han podido ni siquiera recibir los cuerpos de sus seres queridos.
Siguió la ignominia de una violación tumultuaria a 11 mujeres del municipio de Castaños por parte de una turba de soldados que tenían la encomienda de custodiar los paquetes electorales, y que cegados por la droga y el alcohol atacaron a las mujeres y a la fecha sólo tres de los 14 autores han sido sentenciados en primera instancia.
Continuó el desastre cuando una pipa sobrecargada de sustancias que son ingredientes para la elaboración de la dinamita estalló en la carretera a Cuatrocienegas a la altura del municipio de Nadadores, demoliendo a su paso cientos de viviendas y dejando un saldo de más de 30 muertos y 300 heridos que sufrirán discapacidades por el resto de sus vidas. A la fecha, ni de la responsabilidad de los concesionarios del transporte que circulaba sin patrullaje en carretera angosta, ni de la indemnización y la reparación de daños se sabe mayor cosa que la exigencia de las autoridades del estado a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para que se cumpla con la ley en la materia.
El último de los casos catastróficos ha sido el que apenas el 20 de diciembre ocurrió y que era previsible. El macrobasurero de residuos peligrosos y de alta toxicidad de Ramos Arizpe se incendió, causando la emanación de gases en volúmenes incuantificables durante seis días. La advertencia que desde hace dos años —cuando se autorizó por la Semarnat la ubicación del confinamiento— hicieron los ciudadanos y ejidatarios de la región respecto al riesgo inminente de este desenlace resultó cierta.
El engaño al pueblo diciendo que se trataba de un centro de reciclamiento de desechos industriales y no un vulgar basurero quedó al descubierto, y la contaminación y los efectos del ecocidio ocurrido en la atmósfera y desde luego en las tierras y en las aguas subterráneas se extenderán hasta lejanos sitios. El incumplimiento de la Ley de Protección al Medio Ambiente es manifiesto sin que las autoridades federales den la cara frente a la tragedia.
En todos estos dramáticos sucesos, al lado de las víctimas siempre ha estado el obispo de Saltillo,
don Raúl Vera, al igual que lo estuvo en Guerrero y en Chiapas cuando ocupó igual cargo en esas entidades donde sobre todo indígenas eran objeto de toda clase de abusos y crímenes todavía impunes (recuérdese Acteal). Es obvio para nuestra desgracia nacional que tanto antes como ahora don Raúl Vera y don Samuel Ruiz han sido víctimas, junto con sus principales colaboradores, de amenazas y atentados, como lo está siendo en éstos días en las oficinas de la Pastoral de la Defensa de los Derechos Humanos en la diócesis de Saltillo, que fue asaltada y su titular, la licenciada Mariana Villarreal, sometida por horas a secuestro.
El acto de reconocimiento a esta labor humanitaria que el martes 11 de diciembre le hicieron diversos organismos no gubernamentales a Don Raúl, en la casa Lamm de la ciudad de México, logró que los testimonios que oímos de migrantes, indígenas, viudas, campesinos pobres, etcétera nos revelen con claridad la vocación evangélica auténtica de un defensor de la verdad que entiende el verdadero sentido de la Navidad y no sólo mitiga el dolor de los perseguidos, sino exige con valentía la vigencia de la justicia para que cesen las atrocidades de un sistema político y social inhumano.

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