Wednesday, April 09, 2008

La Contra Reforma Petrolera

La Contrarreforma Petrolera

Lorenzo MeyerLa política petrolera sugerida por el gobierno es la semilla de un proyecto de largo plazo de la derechaUn proyecto pero no nacionalPara que una visión de futuro sea nacional debe ser capaz de despertar la imaginación no sólo de la minoría dirigente sino desbordarse hasta alcanzar a la imaginación de la mayoría. De lo contrario, se estará frente a otra cosa: la maquinación de un grupo. Ése fue el caso del proyecto oligárquico del Porfiriato y quizá sea también el del gobierno de Felipe Calderón.La propuesta del gobierno para cambiar el marco legal de la actividad petrolera ya debió de haber sido presentada, pero justamente por carecer de apoyo social sólido y de haber despertado la oposición de sectores nacionalistas, el gobierno y su partido apenas si se atrevieron a hacer público un diagnóstico donde se sugiere que Pemex requiere con urgencia de cambios y de ayuda, pero nada más.Aunque el gobierno apenas si ha esbozado sus planes para el futuro del petróleo mexicano, es de suponer que ya ha elaborado un plan con metas específicas para hacer de esa gran riqueza natural no renovable el cimiento material de un México donde las grandes concentraciones de capital privado, nacional y externo, sean los ejes del desarrollo de una estructura de poder que le permita a la derecha mantenerse y solidificarse como la fuerza dominante en el largo plazo. Y el petróleo es uno de los mejores medios para lograr la utopía conservadora.Lo que está en juegoEn el centro de la actual agenda política mexicana está la disputa sobre la naturaleza de un cambio al marco legal y administrativo de la industria petrolera. Esa transformación puede modificar o reafirmar la esencia de la política nacionalista en ese campo. Si política significa, según Harold D. Lasswell, "quién consigue qué, cuándo y cómo", entonces lo que se disputa en la política petrolera es quiénes, cuándo y de qué manera se van a apropiar de la enorme renta de esa industria.En el esquema anterior a 1917, la riqueza petrolera era enteramente propiedad del superficiario -y entonces los superficiarios en las zonas petroleras eran ya un puñado de empresas extranjeras- a condición de que éste cediera una mínima parte al Estado, vía el impuesto del timbre. A partir del arribo de los gobiernos revolucionarios, y teniendo conciencia de que en México había yacimientos petroleros importantes, el nuevo régimen luchó a brazo partido por arrebatar a los intereses extranjeros una parte justa de la renta petrolera. El éxito del intento fue relativo, pues los petroleros y sus gobiernos -básicamente los de Washington y Londres- se negaron a reconocer validez a esa parte de la Constitución de 1917 que reintegraba a la nación los derechos sobre el petróleo. Las compañías petroleras alegaron que los revolucionarios nacionalistas hacían una interpretación retroactiva de la ley y que por tanto era contraria al derecho internacional. La expropiación de 1938 cortó de tajo el nudo gordiano creado por casi tres decenios de controversias legales, políticas y diplomáticas en torno a la propiedad petrolera.A partir de 1938, la explotación petrolera mexicana quedó en manos del Estado, supuesto representante del interés general. Sin embargo, entre 1949 y 1951 -bajo el gobierno de Miguel Alemán- tuvo lugar un primer intento por modificar el nuevo statu quo. Y es que entonces se firmaron cinco "contratos-riego" entre Pemex y otras tantas empresas norteamericanas en virtud de los cuales éstas explorarían y explotarían zonas determinadas en la región del Golfo. Si encontraban petróleo, se quedarían con el 15 por ciento de lo extraído. Este esquema, de dudosa base jurídica y política, finalmente se declaró ilegal en 1960 y luego se cancelaron esos contratos. El espíritu del 38 se reavivó, pero no por mucho tiempo.Con el advenimiento del quiebre del modelo económico posrevolucionario en 1982 y el triunfo del neoliberalismo, la petroquímica se privatizó parcialmente. Ya con el panismo y con Felipe Calderón como secretario de Energía, volvieron los contratos-riesgo pero ahora bautizados como "contratos de servicios múltiples" y con duración de 15 a 20 años. Así, para explotar el gas en la Cuenca de Burgos, se firmó con una empresa española un contrato por 2 mil 400 millones de dólares para que se trabajara en 16 campos de gas y pronto se firmaron otros cuatro contratos más, dos con una filial de Petrobras, otro con Industrial Perforadora de Campeche-Tecpetrol y otro con Lewis Energy Group. Calderón defendió esta forma de asociar a Pemex con capital privado externo con los mismos argumentos que en su momento usara Miguel Alemán: Pemex necesitaba del capital y la tecnología externos para hacer frente a las crecientes y urgentes demandas energéticas de México.Fue así que Calderón, primero en su calidad de miembro del equipo de Vicente Fox y luego ya como jefe del Poder Ejecutivo, sentó las bases para el gran paso que se pretende dar ahora: modificar el marco jurídico de Pemex para evitar cualquier duda sobre la constitucionalidad de los actuales acuerdos con las empresas extranjeras de servicios y, además, ahondar la llamada "modernización" de la actividad petrolera. De esta manera, aseguraría que el gran capital petrolero internacional pueda ser no sólo participante en la producción y transporte de gas, petróleo y refinados, sino también un poderosísimo aliado económico y político de aquellos que le abrieron la puerta a la riqueza petrolera mexicana.El origenEn 1821, con la independencia, se vino abajo el modelo económico colonial en cuyo centro estaban los grandes comerciantes españoles, los mineros y los terratenientes criollos. La falta de cohesión política hizo que por un tiempo la nueva nación fuera a la deriva, que perdiera una guerra y territorio, que se endeudara y que se estancara el crecimiento económico. Sólo hasta que en 1867 los liberales impusieron su dominio, pudo volverse a pensar con seriedad en el largo plazo.Sería bajo la dirección de Porfirio Díaz y en nombre de la modernización que la élite liberal mexicana se transformó en oligarquía y consolidó una gran alianza con el capital extranjero. En 1910, al celebrarse las fiestas del centenario de la independencia, el régimen porfirista parecía más sólido que el Peñón de Gibraltar. Sin embargo, en unos cuantos meses ese régimen se vino abajo y en unos cuantos años le sucedería lo mismo a la estructura oligárquica. Y es que el proyecto porfirista, aunque coherente, nunca fue realmente nacional sino de pocos y para pocos lo que excluyó al resto del país.La nueva oligarquíaLa política de privatización iniciada por Miguel de la Madrid, pero llevada lo más lejos posible por Carlos Salinas, dio como resultados la creación o consolidación de enormes fortunas nacionales -Telmex, por ejemplo- y extranjeras -el grueso de la banca, empezando por Banamex- pero el señor de Agualeguas tuvo límites: se detuvo ante Pemex, la joya de la corona de la empresa pública. Sin embargo, hoy el panismo pareciera dispuesto a saltar ese límite y quiere hacer realidad lo que los tecnócratas priistas imaginaron pero no se atrevieron.La idea no es hacer con Pemex lo que se hizo con Telmex -venderla- sino algo más sutil. Primero, documentar hasta la saciedad el estado de postración de la empresa pero sin explicar que desde el gobierno se labró el desastre y, en cambio, sugerir que el mal es básicamente resultado de no seguir las reglas del mercado. Luego, subrayar que la solución de tan lamentable situación no pasa por buscar fuentes fiscales alternativas para poner fin a los impuestos criminales que ahogan a Pemex ni tampoco por la compra directa de la tecnología que falta, sino en abrir más la puerta a las empresas petroleras externas para que de aquí en adelante "acompañen" a Pemex en su trayecto. Obviamente nada se dice de que esas empresas no sólo aportarían recursos que evitarían temporalmente la tan pospuesta reforma fiscal a costa de una tajada de la renta petrolera ni que también se convertirían en nuevos actores políticos, garantes de los intereses particulares de quienes les aseguren que las cosas no van a cambiar, al menos en el futuro previsible.En suma, en la política petrolera pretendida por la derecha están claras las semillas de un propósito que, en esencia, no difiere mucho de ese otro que hace un siglo estaba por entrar en crisis: el de la oligarquía liberal porfirista. Hoy, como hace un siglo, el proyecto de los que deciden "quién consigue qué, dónde y cuándo" no es realmente nacional sino una maquinación de grupo y que se enfrenta a una oposición cuyo objetivo es hacer del sostenimiento del espíritu de 1938 el eje de una movilización nacional que podría ser la base para recrear lo que hoy está ausente: el proyecto nacional.Lorenzo Meyer3 Abr. 08





“Latinoamérica está fuera de control”.

Entrevista con Noam Chomskypor Angélica Lagos Camargo - Juan Camilo Maldonad.El analista norteamericano asegura que Colombia y Estados Unidos no quieren permitir el “intercambio de rehenes” y que con el asesinato de Raúl Reyes las posibilidades de ver libres a los secuestrados se alejan.Noam Chomsky es profesor emérito del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y es un duro crítico de la política estadounidense.Noam Chomsky es uno de los analistas más críticos de la política estadounidense. Autor de varios libros sobre las políticas de Estados Unidos en el mundo, este profesor norteamericano se califica como "un defensor de las causas perdidas". Desde su oficina del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), el profesor emérito habló con El Espectador y explicó por qué John McCain será el próximo presidente de EU, las razones por las que no se puede llevar a cabo el acuerdo humanitario en Colombia y el temor que despiertan en Washington los cambios que se están dando en América Latina.El próximo mes de noviembre, George W. Bush deja la presidencia. ¿Cuál cree usted que será su legado?Su legado será el de haber destruido cada cosa que toca. En los temas internacionales creó una increíble catástrofe en Irak y dañó la imagen de Estados Unidos en el mundo. Además, sus políticas domésticas, las más dañinas desde la Segunda Guerra Mundial, nos han llevado a un descalabro económico de enormes proporciones.¿Es Bush, como dicen muchos analistas, el peor presidente en la historia de los Estados Unidos?Sí, yo pensaría eso.¿Cuál fue su peor acción?Irak, sin duda. El país es la peor tragedia de este siglo. La invasión destrozó el país, es una catástrofe. Su estrategia, que tanto defiende, es crear una serie de "señores de la guerra" que controlan pequeños territorios pero que en el futuro terminarán en guerra los unos con los otros. Bush es un total desastre que ha conducido a un enorme incremento del terrorismo.¿Cuándo cree que se acabe este desangre en Irak?Pienso como John McCain, próximo presidente de Estados Unidos, quien asegura que esto tomará cien años. Los candidatos demócratas hablan de retirar tropas pero con muchas calificaciones y reservas. Además, si miramos lo que están haciendo el Gobierno y el Congreso el fin no estaría tan cerca: se están construyendo enormes bases en Irak, tal vez las más grandes del mundo, y eso no lo hacen para desmantelarlo después.¿Pero para qué permanecer en Irak si la guerra se está perdiendo?Irak no habría sido invadida si no fuera un gran premio, y eso es lo que es, ya que tiene las segundas reservas más grandes de petróleo en el mundo. Está en la mitad de los principales países productores de petróleo en el mundo. George Bush ha sido muy claro en afirmar que no habrá limitaciones a las acciones militares norteamericanas en Irak, mientras que sostiene que la economía iraquí debe estar abierta a la inversión extranjera, privilegiando las inversiones norteamericanas. Ha sido muy franco. Vamos a ver qué hace su sucesor.A propósito de las elecciones, ¿a quién le teme más el electorado: a un negro o a una mujer en la Casa Blanca?¿Qué tal un oficial militar, que es la tercera opción? Es muy difícil de decir. Mi especulación es que McCain probablemente ganará. La razón es que el Partido Republicano tiene una máquina de difamación altamente eficiente y muy profesional, que todavía no ha puesto a trabajar. Pero apenas uno de los dos candidatos sea elegido, pondrá en marcha estas estrategias, que serán muy efectivas.¿Eso fue lo que pasó en las últimas elecciones, cuando todos apostaban a que Bush sería derrotado?Sí. En las elecciones de 2004 había dos candidatos. Bush, que había evitado el servicio militar en Vietnam, y Kerry, que sí estuvo en el ejército, luchó en las zonas más peligrosas y ganó medallas de honor por valentía. ¿Cómo terminó la historia? Una vez los republicanos pusieron en marcha su maquinaria de difamación, Kerry fue retratado como el candidato menos patriótico y Bush fue retratado como un héroe militar.¿Y dónde queda el fenómeno Obama? Muchos le apuestan a él como el próximo Presidente.Cuando el Partido Republicano realice sus enormes operaciones de difamación, basadas en mentiras, veremos qué tan efectivo es.¿Cómo funcionaría esto con Hillary Clinton?Bueno, hay toda una maquinaria de odio hacia Clinton que ya está funcionando. Se habla de muchos crímenes durante la administración Clinton. Ella está en los rankings de las personas menos queridas en el país, como resultado de 10 años de villanización y mentiras. Es una maquinaria muy eficiente.¿Cómo evalúa usted la relación entre Estados Unidos y Latinoamérica?R. Bueno, si mira las encuestas en la región, el disgusto frente a los Estados Unidos y sus políticas se ha incrementado notablemente durante los años de Bush. Tanto su administración, como los líderes políticos de ambos partidos, están profundamente preocupados por lo que se está desarrollando en Latinoamérica. Colombia es una excepción.¿En qué falla esencialmente la estrategia estadounidense en América Latina?EU dio por sentado durante mucho tiempo que dominaría y controlaría Latinoamérica: sus recursos, la inversión, sus gobiernos, entre otras. De hecho, un principio clave de la política de EU es que si "no se puede controlar Latinoamérica, ¿cómo se controlará el resto del mundo?". Pues bueno, Latinoamérica está fuera de control, por primera vez. Hay una tendencia hacia la integración de Latinoamérica: Banco de Sur, las reuniones de Cochabamba, donde los líderes de Latinoamérica discutieron una unión del tipo de la Unión Europea, y el Mercosur, entre otros. Estas jugadas son nuevas en la historia del continente.¿Hacia dónde va Latinoamérica con todos estos cambios?Por primera vez, la mayoría del continente está empezando a tomar cartas en sus graves problemas internos y estos desarrollos son muy preocupantes para Estados Unidos. En el pasado habían sido capaces de contenerlos con dos métodos: el primero era la violencia, y el otro, la estrangulació n económica. Colombia es un buen ejemplo de la violencia: en 1962 Kennedy envió a Colombia una misión de fuerzas especiales para aconsejar a las Fuerzas Militares colombianas, y el consejo era que había que controlar a la población a través del terror paramilitar. Bueno, pues eso cambió la naturaleza de los militares colombianos. Y aunque Colombia ya era una sociedad violenta, no tengo qué explicar qué pasó desde entonces. El consejo fue tomado, con consecuencias horripilantes. Pero ya no es tan fácil utilizar la violencia para derrocar gobiernos e instalar dictaduras. La última vez que lo intentaron fue en Venezuela en 2002, pero no funcionó, en parte por la fuerte oposición efectuada enLatinoamérica.Se ha especulado sobre la participación de Estados Unidos en el operativo que dio de baja a "Raúl Reyes". ¿Hay evidencias que confirmen esta hipótesis?Se refiere al asesinato de Reyes... No tenemos evidencias, pero es una sospecha muy razonable. Recuerde cuándo y quién fue asesinado. Ellos mataron a una persona que era central en las negociaciones del intercambio de rehenes y quien era el más involucrado en una potencial negociación.No se necesita un genio para entender qué significa eso: Colombia y Estados Unidos no quieren permitir el intercambio de rehenes, y no quieren la diplomacia y la negociación. El momento en que se da también es interesante, ya que el operativo se realiza inmediatamente antes de que se realizara una protesta contra el terror paramilitar en Colombia. Es difícil evitar conjeturar conclusiones partiendo de estos hechos.¿Ve alguna posibilidad de que Íngrid Betancourt o los tres norteamericanos sean liberado?Hay posibilidades, pero la muerte de Reyes las reduce significativamente. Presumo que fue planeada con este propósito, dado que las consecuencias son obvias. La persona a la que mataron era central para las negociaciones.¿Por qué ha sido tan pasivo George Bush a la hora de buscar una salida negociada para liberar a los tres norteamericanos?No ha sido pasivo. Ha sido activo en la medida en que se ha opuesto a ello. Su administració n, como sus predecesores, han brindado una cantidad enorme de ayuda militar a Colombia, la segunda más grande en el mundo. Las negociaciones son vergonzosas para los Estados Unidos. A ellos les gustaría ver una solución militar, antes que una solución diplomática.¿Cómo evalúa usted el papel de Chávez en las negociaciones?Él estaba en el centro de la negociación. Hay mucho que se le podría criticar en términos de su estilo, pero el hecho es que estaba ocupando indudablemente el rol de iniciar las negociaciones. Tiene plenos contactos con las Farc y relaciones con Colombia, así que es el mediador más obvio. La gente puede controvertir frente a la manera en la que él llevó a cabo el proceso, pero su papel es incontrovertible.Precisamente por su estilo, ¿no se convierte Chávez en un peligro regional?Por supuesto que Venezuela es una amenaza, pero es una amenaza al modelo de desarrollo y, debido a sus jugadas, hacia la integración de la región. Brasil no considera a Venezuela una amenaza, de hecho tienen muy buenas relaciones.Colombia, por el contrario, no tiene muy buenas relaciones con los vecinos. ¿No tiene que ver la relación especial con Estados Unidos?Sí, pero sumado con sus propios problemas internos. No tengo que decirle que la historia violenta de Colombia se remonta cien años atrás.¿Cómo evalúa usted la política exterior de Álvaro Uribe?La política exterior colombiana es, en su mayoría, dependiente del poder norteamericano.






Mensaje de Andrés Manuel López Obrador, Presidente Legítimo de México, sobre la Compra de gas a la empresa española Repsol

El director general de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub, sostuvo que con el contrato para el suministro de gas entre CFE y la empresa Repsol, se obtuvo un ahorro por más de mil 500 millones de dólares, afirmación que es totalmente falsa. Elías Ayub tiene la obligación de informar por qué las autoridades mexicanas no consideraron que el gas que iban a comprar tiene un costo real, incluyendo utilidades, de 2.45 dólares por millón de BTU (unidad térmica británica), y van a pagar a Repsol 8.80 dólares, a precio de marzo de 2008. Cabe recordar que el 6 de junio de 2006, la CFE publicó la licitación para el suministro de gas en Manzanillo por 15 mil millones de dólares. Sin embargo, el 28 de septiembre de 2007 se firma el contrato para el suministro de 500 millones de pies cúbicos de gas diarios durante 15 años entre CFE y la empresa Repsol, por un monto de 16 mil 750 millones de dólares. Es más: dado que el gas se compró teniendo como referencia el índice Henry Hub que ha continuado subiendo; a marzo de este año el monto de la operación aumentó a 21 mil 650 millones de dólares, y hasta ahora el jugoso negocio de Repsol le permitirá obtener una “ganancia extraordinaria” de 15 mil millones de dólares. ¿Cuál ahorro señor Alfredo Elías Ayub? Además, continúan pendientes las siguientes preguntas sin respuesta: ¿Por qué no se contrató de manera directa el gas con el Gobierno Peruano? ¿Cómo sabía Repsol desde diciembre de 2005 que habría una licitación en México y que iba a ganar el concurso 21 meses después? ¿A qué acuerdos llegó usted, señor Elías Ayub con Repsol, antes de la licitación, que llevó a esta empresa a negociar a finales de 2005 su participación como inversionista en el consorcio de empresas que explotan el gas en Camisea, Perú, y a obtener en exclusiva la comercialización del gas que sería extraído de esta región? ¿Por qué antes de publicarse la licitación, Repsol informó a las autoridades de Perú que el gas sería vendido en México? ¿Por qué la CFE recortó dos veces el periodo de suministro de 25 años a 20 años en las bases para el concurso, y más tarde a sólo 15 años, hasta ajustarlo a los términos del contrato que Repsol obtuvo en Perú? ¿Por qué finalmente Repsol fue la única empresa que presentó una propuesta técnica y económica? ¿Sabía Felipe Calderón de este negocio o fue un asunto nada más de usted? ¿O acaso Calderón sólo estaba enterado en lo general, como en su momento dijo Juan Camilo Mouriño, tratándose de defender ante la acusación de tráfico de influencias, conflicto de intereses y lo que resulte? En espera de las respuestas a estas preguntas, reiteramos: además del daño patrimonial que implica esta operación de dudosa legalidad, debe tenerse en cuenta que debido a este tipo de operaciones, los consumidores mexicanos están obligados a pagar más por el servicio de energía eléctrica en detrimento de su economía.No olvidemos que buena parte de la energía eléctrica que se produce en México se genera con gas, sobre todo en las plantas de empresas extranjeras, que dicho sea de paso, la mayoría son españolas, entre ellas Repsol. Por esta razón, entre otras, nos oponemos a la privatización de la industria petrolera. Es inaceptable que se sigan haciendo jugosos negocios privados al amparo del poder público y a costa del patrimonio nacional. No podemos permitir que se eleve a rango supremo la corrupción en México. Y no nos quedaremos callados. No somos cómplices. El lunes entregaremos todo el expediente a los legisladores del Frente Amplio Progresista, para que se proceda ante la Auditoría Superior de la Federación.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home