Sunday, May 10, 2009

Victimas de la PANdemia

Estocada mortal

CARLOS ACOSTA CORDOVALa “rápida” recuperación que supuestamente tendrá la economía nacional tras la crisis sanitaria que afecta al país es una más de las fantasías del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, quien tuvo que rectificar. El PIB, aceptó el funcionario, podría desplomarse hasta -4% en este año debido a la contingencia. En realidad, la economía mexicana apenas necesitaba del empujoncito de la epidemia para irse al precipicio...Para el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, el efecto económico de la contingencia sanitaria que vive el país será equivalente a otro “catarrito”, pues la epidemia del virus de la influenza A (H1N1) apenas impactará la economía nacional entre 0.3% y 0.5% del Producto Interno Bruto. Y eso si la emergencia se prolonga unos tres meses.Pero además de que hay recursos de sobra para atender dicha emergencia –dijo el miércoles 29 de abril–, ésta no lastimará gran cosa las actividades productivas del país, pues no afectará la infraestructura, su impacto será de muy corto plazo y se concentrará en el sector servicios, particularmente en turismo, hotelería y restaurantes.La recuperación “será rápida”, auguró el secretario.En el mundo real, empero, la contingencia sanitaria significará que millones de mexicanos se queden sin empleo, sin el sustento diario y sin certeza alguna sobre su futuro.En contraste, el pasado viernes 1 el secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, declaró que el impacto económico de la epidemia, al menos en el sector turismo, será mayor al que han ocasionado los desastres naturales, como el que produjo el huracán Wilma, que azotó la península de Yucatán en 2005.La cancelación de vuelos internacionales al país, la salida anticipada de turistas y la cancelación de viajes y reservaciones hoteleras están causando estragos en el turismo, dijo Elizondo. Y dio datos: la ocupación hotelera, que normalmente en estas fechas es de entre 70% y 80%, anda ahorita en un rango de 10% a 15%.Pero más allá de porcentajes, expuso, el problema es que saldrán afectadas millones de personas, pues el sector da 2 millones 200 mil empleos directos. Y la propia industria está en riesgo, pues en situaciones normales genera un promedio de mil millones de dólares al mes, que podrían reducirse drásticamente.El problema no es menor. El turismo es la cuarta fuente más importante de entrada de divisas, después del petróleo, las remesas y la inversión extranjera. Según cifras oficiales, en 2008 ingresaron 13 mil 290 millones de dólares por concepto de turismo, particularmente de viajeros internacionales. Y si se atienden experiencias internacionales similares, el panorama luce desolador, por lo menos para este año. En 2003, por la epidemia de SARS (Síndrome Agudo Respiratorio Severo), China registró un desplome del tráfico aéreo de hasta 80%, que duró seis meses.Es decir, aun cuando concluya la emergencia, la recuperación del sector turismo será lenta: recobrar la confianza del exterior, hacer que los viajeros internacionales no tengan miedo de venir al país, es un proceso que llevará tiempo.Quienes resintieron de inmediato los efectos económicos de la epidemia fueron todos aquellos que se dedican y viven de la industria restaurantera y de alimentos, sobre todo los de la capital del país. Datos de la cámara empresarial correspondiente señalan que en el Distrito Federal hay unos 35 mil restaurantes y fondas que dan empleo a 650 mil personas.Cálculos del gobierno capitalino indican que las pérdidas diarias por el cierre de establecimientos superan los mil 200 millones de pesos, pero según la Coparmex del Distrito Federal el daño es de mil 500 millones al día. La Secretaría de Desarrollo Económico local calculó en casi 15 mil millones de pesos la afectación económica si el cierre de negocios permanece hasta el 5 de mayo.Y, otra vez, las pulgas sobre el perro más flaco. Los trabajadores de esos establecimientos se quedaron sin empleo y sin ingreso. Muchos, ante la incertidumbre sobre la duración de las medidas sanitarias, lo habrán perdido de manera definitiva. Otro sector lastimado directamente es el de la porcicultura. La denominación inicial de “influenza porcina” desató una fuerte animadversión contra el cerdo y sus derivados. Varios países han prohibido las importaciones del cárnico desde México en todas sus modalidades. El consumo de carne de puerco en el país se ha desplomado 30% desde que inició la emergencia. Nadie quiere saber de las “carnitas”, otrora uno de los platillos y antojitos favoritos de los mexicanos.Organizaciones empresariales del sector emitieron un comunicado el viernes 1 en el que aseguran que “la carne de cerdo y sus derivados sigue siendo un producto totalmente inocuo y seguro, y su consumo no representa riesgo alguno para la salud de la población”. Refieren que la propia Organización Mundial de la Salud ha difundido ese concepto.Y dicen: “Llamarle erróneamente ‘influenza porcina’ ha traído consigo un impacto muy negativo, el cual está teniendo repercusiones inmediatas en sectores fundamentales de la economía del país, afectando a todas las industrias: rastros, procesadores, comercializadores, productores de cerdos, etcétera, directamente relacionados con la venta de cerdos y sus derivados”.Un día antes, la Secretaría de Agricultura hizo un insólito exhorto –boletín de por medio– a todos los medios de información para “que nos ayuden a nombrar como ‘influenza humana’, y no ‘influenza porcina’, a la epidemia que afecta a nuestro país”. Evitar el desplome del sector es el propósito.Y da la razón: “Este sector genera 350 mil empleos directos y 1.5 millones de empleos indirectos; produce 1.2 millones de toneladas de carne al año; el valor de la producción es superior a los 30 mil millones de pesos por año; el hato es de 15 millones de cabezas de ganado porcino y se sacrifican en rastros municipales y los del Tipo Inspección Federal (TIF), 14 millones de unidades animal”.Previsiones catastróficasMás allá de las afectaciones directas al turismo, la industria restaurantera y la porcicultura, la emergencia sanitaria por el virus de la influenza impactará en toda la economía. Un análisis del Grupo Financiero Ixe hace la siguiente relación de efectos:La suspensión de clases propiciará el ausentismo laboral, ante el cual las empresas deberán ajustar su oferta de bienes y servicios. Y ello traerá lógicamente una menor actividad económica.Todas las actividades comerciales, sobre todo aquellas que implican reuniones de grandes grupos de personas, se verán mermadas. De hecho, las actividades de entretenimiento, incluyendo restaurantes y negocios afines, ya resienten la situación.Otro de los efectos del brote epidémico será un menor flujo de dólares. “El temor al contagio hará que los turistas extranjeros sean muy precavidos y pospongan sus viajes a México; algunos países han decretado restricciones sobre productos de exportación de origen mexicano”.Todo ello se traducirá en un menor flujo de dólares, que ya está dañando al peso, como se vio el pasado lunes, en que el dólar se disparó por arriba de los 14 pesos por unidad. Tan sólo ese día el peso perdió 5% frente al dólar.Otra consecuencia, según el análisis de Ixe, es que habrá un mayor déficit público, pues la movilización del aparato gubernamental para enfrentar la emergencia sanitaria implica un mayor gasto público. En resumen, de acuerdo con Ixe, los efectos de la epidemia son: menor actividad económica, menor consumo, mayor desempleo, caída en ingreso de divisas, mayor déficit público. Pero, en realidad, la economía mexicana apenas necesitaba del empujoncito de la epidemia para irse al precipicio. El deterioro de los principales indicadores económicos, por ser mayor al esperado, tiene sorprendidos a propios y extraños.Apenas el martes, el Inegi informó que la economía, medida a través del Indicador Global de la Actividad Económica –IGAE, que define el rumbo que tomará la economía en el corto plazo–, registró una caída de -10.8% anual en febrero pasado. En el desglose, la actividad industrial cayó -13.2%, los servicios y el comercio -9.6% y el sector agropecuario -7.1%.Un día después, el Banco de México prendió los focos rojos: en el primer trimestre, el Producto Interno Bruto se habría contraído entre -7% y -8%. Y en todo 2009 –sin considerar aún los efectos de la emergencia sanitaria por la influenza– la actividad económica se desplomará entre -3.8% y -4.8%.En enero pasado, Banxico estimaba que este año la economía caería entre -0.8% y -1.8%. Es decir, agregó tres puntos porcentuales a su estimación de la caída del PIB.Lo mismo le pasó al Fondo Monetario Internacional: a principios de año pronosticó un crecimiento económico para México de 1.8%; luego cambió a una contracción de -0.3%, y apenas hace 10 días estimó un desplome de -3.7%.La propia Secretaría de Hacienda, que siempre se ha empeñado en matizar la gravedad de la economía, tuvo que cambiar sus siempre optimistas pronósticos: desde finales del año pasado calculó que la economía registraría un “crecimiento cero”, luego cambió a una estimación de -1.8% que mantuvo hasta hace tres semanas para decir que la baja sería de -2.8%. Apenas el jueves 30 de abril, el secretario Agustín Carstens tuvo que reconocer que el PIB podría desplomarse este año hasta en -4%.Banamex, que ya incorporó los efectos de la epidemia que vive el país, considera que la economía se derrumbará -5.2%.Ante tan variados y disímbolos pronósticos, el secretario de Hacienda explicó el jueves: “Lo que está sucediendo en nuestra economía no tiene precedente moderno. Estamos navegando por aguas no exploradas”.Y debió aceptar que en el primer trimestre la economía cayó -7%, cifra no vista desde los aciagos meses de 1995, cuando el país se convulsionó por la más grave crisis económica de su historia reciente.Los nuevos y pesimistas pronósticos para la economía en este año son resultado de que todos los indicadores de la actividad económica –en los primeros tres meses del año– se fueron cayendo, gravemente, en cascada. En general, la actividad industrial registró caídas superiores a 13%, muy similares a las de 1995; de entre ellas, la industria manufacturera se desplomó más de -16%; la construcción, -11.3%. También, la inversión fija bruta (adquisición de maquinaria y equipo para la industria y la construcción), se contrajo -8.5%.El comercio y el consumo también siguieron cayendo. En general las ventas minoristas fueron 3% menores en marzo a tasa anual; las tiendas departamentales registraron ventas por 9.3% en ese mes. La venta de ropa se contrajo -13.2%.Además, el valor de las exportaciones totales del país cae mes con mes: -31.5% en enero, -29.6% en febrero y -25.1% en marzo. Dentro de ellas, las exportaciones automotrices a Estados Unidos se han desplomado: -50% en enero, -43% en febrero y -28.6% en marzo.Por si fuera poco, apenas el jueves pasado Pemex informó que tuvo pérdidas por 27 mil millones de pesos en el primer trimestre de este año, cuando en igual período de 2008 había registrado una ganancia –pírrica, pero ganancia al fin– de 3 mil 252 millones de pesos.La causa: menores ventas y, sobre todo, menores precios de los hidrocarburos. El precio promedio ponderado en el primer trimestre de este año fue de 38.9 dólares por barril, cuando un año antes, en el mismo período, había sido de 83.6 dólares. Una baja de 53.5% en el precio.El colmo: Hacienda reportó el mismo jueves que la recaudación se desplomó -11% en el primer trimestre. En el desglose, la recaudación por el IVA cayó -21% y la del ISR y el IETU, 11%.Pero más allá de números y abstracciones, el derrumbe económico se ha traducido en históricas tasas de desempleo. En enero, la desocupación total alcanzó a 5% de la Población Económicamente Activa, la más alta en los últimos 13 años: en febrero fue peor, de 5.3%, y en marzo, de 4.76%. En este último mes la tasa de subempleados –es decir, de quienes tienen necesidad y disponibilidad de trabajar más horas u ocuparse en más empleos– se ubicó en 8% de la PEA. Es decir, muchos de los empleos que se han estado creando son de baja calidad: temporales, mal pagados y sin prestaciones.Según el Inegi, la Población Económicamente Activa es de 45 millones 200 mil personas. Entonces, hay cerca de 2 millones 200 mil en el desempleo, en el desamparo absoluto, que son 300 mil más de las que había en diciembre pasado. Y hay 3 millones 616 mil personas que tienen un empleo que no les alcanza para satisfacer sus mínimas necesidades. Y el futuro inmediato no es promisorio: El Banco de México estimó el miércoles 29 de abril que este año podrían perderse hasta 450 mil empleos formales más.Y a este año, de pesadilla, le faltan largos ocho meses para terminar.





Un tema más de campaña

JENARO VILLAMILAl gobernador del Estado de México le cuesta trabajo informar sobre las medidas de su gobierno para combatir la epidemia de influenza A; pero en lo que se refiere a su permanente campaña proselitista, esta prioridad nacional ni lo despeina: él sigue promoviéndose como un tipo talentoso, eficaz y galán.Incontenible en su afán de promover su figura al menor pretexto, el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, no resistió la tentación de minimizar el impacto de la epidemia de influenza en su entidad, la más poblada del país con 14 millones y medio de habitantes.Tampoco se abstuvo de hacer proselitismo mediático con ese motivo como si estuviera en la campaña de sus “400 compromisos cumplidos”, a pesar de que la emergencia sanitaria lo sorprendió sin secretario de Salud hasta que, el 28 de abril, nombró a Franklin Libenson Violante, ante severas críticas de la oposición en el Congreso local.En una desafortunada conferencia de prensa, realizada en Toluca el miércoles 29, Peña Nieto salió con la novedad de que no son seis sino sólo dos las personas que “eventualmente” fallecieron a causa del virus H1N1 de la influenza A, aunque admitió que desde el 17 de abril se atendió a 204 personas con síntomas de neumonía aguda, 139 continúan hospitalizadas y 28 fallecieron “por alguna enfermedad neumológica o respiratoria”.Esas dos personas en las que se confirmó la presencia del virus H1N1, según Peña Nieto, eran originarias de Chimalhuacán y Atizapán, en tanto que de las otras cuatro “probables” una se ubica en Ecatepec, otra en Naucalpan y dos en Toluca.En esa conferencia, el mandatario y su recién estrenado secretario de Salud se enredaron al momento de dar la cifra oficial de muertos. Mientras Peña Nieto informó que eran 28, Libenson Violante sostuvo que eran 25. Colocaron una lámina con el mapa de los municipios, donde unas chinches amarillas indicaban el número de muertos. Sólo había 25. Al darse cuenta, Peña Nieto afirmó: “Son 28, y yo lo quiero precisar porque es una información última: 25 teníamos el día de ayer, solamente en el ISEM” (Instituto de Salud del Estado de México).La reportera Rosa María Olguín, de Televisa, les preguntó si podía existir una mutación en el virus de la influenza y si ya la habían identificado. Peña Nieto, entreverando sus tarjetas informativas, le cedió la palabra a Libenson. Éste afirmó:“Ahorita no sabemos bien por qué, a ciencia cierta, se produjeron estas muertes, pero una teoría puede ser que al haber desabasto de antivirales, pudo haber ocasionado que estos pacientes con influenza tipo B hayan fallecido.”Peña Nieto no pudo contener su expresión de enojo con el desliz de su nuevo titular de Salud. Los reporteros volvieron a la carga y le pidieron al gobernador que actualizara el dato de cuántas personas han sido afectadas en el Estado de México por el virus. Peña Nieto le pidió a Franklin Libenson que respondiera. “Aquí conmigo no tengo los datos”, remató el funcionario.En medio de ese naufragio informativo, el reportero José Luis Montañez, de Diario Imagen, preguntó: “¿Ya se enviaron las muestras a Canadá o a Estados Unidos para tener el resultado de los análisis de la muerte de esas personas, o todavía no tenemos los resultados?”.La respuesta fue peculiar. El secretario de Salud dijo que “en esos casos el estudio de diagnóstico es muy sofisticado; no existen protocolos para que habitualmente se estén tomando muestras y se manden allá. Cuando estos pacientes presentaron la enfermedad, el protocolo era sólo determinar influenza”.Y el mandatario priista se autopreguntó y respondió: “¿Y por qué queremos saber si se trata de influenza porcina o de otro tipo de influenza? Porque estas medidas y la gravedad que eventualmente puede tener esta epidemia, es que la influenza porcina es más agresiva, puede desencadenar, de no atenderse oportunamente, la muerte”.Libenson llegó a la Secretaría de Salud del Estado de México después de que su anterior titular, María Elena Barrera Tapia, renunció el 27 de febrero pasado para irse como candidata del PRI a la alcaldía de Toluca. Barrera es cuñada del polémico exfuncionario montielista Luis Miranda Nava, recién nombrado secretario de Gobierno mexiquense.En casi dos meses, Peña Nieto no nombró al sucesor de Barrera Tapia. Sólo estaba como “encargado de despacho” un fantasmal Roberto Martínez Poblete, quien apareció junto al secretario de Salud, José Angel Córdova Villalobos, cuando se dieron a conocer las medidas de emergencia para el Valle de México la noche del 23 de abril.Proselitismo La emergencia por la influenza no ha evitado que Peña Nieto se siga promoviendo, utilizando la epidemia como telón de fondo para su campaña. Una denuncia que el PRD interpondrá ante el Instituto Electoral del Estado de México documenta que en Ciudad Nezahualcóyotl se distribuyeron nuevas cartas con un mensaje personal de Peña Nieto, junto con el logotipo del gobierno estatal que dice: “Compromiso. Gobierno que cumple”.El volante dice: “Me da gusto saber que nuestros Técnicos de Atención Primaria a la Salud ya han visitado tu casa y han realizado un reporte de las necesidades de atención médica que tu familia requiere”. Y alaba el Programa de Desarrollo Integral de Atención Primaria a la Salud (Prodiaps). Y como remate: “Seguiremos invirtiendo más recursos en programas de salud como este, porque mi compromiso y el de mis colaboradores es hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que las familias mexiquenses tengan una digna atención médica”.La presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso mexiquense, Selma Montenegro, adelantó que en una reunión programada para este miércoles 6 con Liebenson Violante, le preguntarán por qué el gobierno envió esas misivas en las que enfatiza su compromiso con la salud de los mexiquenses.En lo personal, la diputada panista define su postura sobre el mensaje: “Sí lo calificaría de oportunista”. Y opina que las cartas deben incluir sugerencias de tipo preventivo, en vez de proselitismo de Peña Nieto.La propaganda no se queda ahí. En plena emergencia por la epidemia de influenza, la oficina de Comunicación Social del gobierno estatal compró dos planas enteras en las ediciones del 27 de abril de las revistas TV y Novelas y Ok!, ambas de Editorial Televisa, para promover a Peña Nieto por sus “400 compromisos cumplidos”.Sin aclarar en ninguno de los dos casos que se trata de inserciones pagadas, en ambos espacios se despliegan fotos de Peña Nieto saludando e inaugurando obras. No se hace mención alguna a la emergencia sanitaria.El texto del publirreportaje de TV y Novelas, la segunda revista de espectáculos de mayor circulación nacional, inicia así: “Algunos se acuerdan de él por inaugurar escuelas, hospitales, carreteras o por su buena disposición para trabajar; otros, por su imagen o su voz convincente que hace vibrar a las mujeres, sin embargo, es su palabra cumplida lo que le permite ocupar un espacio en la mente de los mexiquenses”.Y en la revista Ok!, dirigida a un público adolescente, Peña Nieto vuelve a aparecer enfundado en su chamarra roja, símbolo de la estructura electoral llamada Fuerza Mexiquense. El remate del publirreportaje apenas llega a la modestia: “Ha quedado comprobado, con hechos, que los compromisos adquiridos en el Estado de México han tenido bastante ocupado a Enrique Peña Nieto, quien expresa –no sólo con palabras– sus deseos de servir a los demás y que es cuestión de tiempo ya de mostrar que obras importantes requieren de autoridades con talento y determinación para garantizar un mejor futuro para los mexicanos”.El 27 de abril, cuando están fechadas las ediciones de esas revistas, Peña Nieto condenó en una conferencia de prensa el oportunismo de “algunos partidos y actores políticos” que intentan sacar ventaja de la contingencia nacional por el nuevo brote de infuenza, ya que se trata de un asunto “muy serio que convoca a todas las autoridades y a todos los órdenes de gobierno, sin distingo del origen partidario que tengan, que convoca a todos los poderes de nuestro estado, para que asumamos nuestra responsabilidad compartida, para que realmente emprendamos acciones y medidas”.





La negra historia de Granjas Carroll

REGINA MARTíNEZLos afanes del gobierno federal por presentarse como un modelo de eficacia y de transparencia en el combate de la epidemia tienen un lado flaco: desde 1994 se permitió que se instalara en el Valle de Perote la empresa Granjas Carroll, dedicada a la producción masiva de cerdos. Las denuncias que los pobladores han presentado desde entonces por la desaforada contaminación y el incremento de enfermedades sólo han tenido dos tipos de respuesta: acoso judicial por parte de la compañía porcícola y la pétrea indiferencia de los gobiernos de Puebla, de Veracruz y de la República.VALLE DE PEROTE, VER.- El ambiente en las comunidades de esta zona ubicada en los límites de Puebla y Veracruz se caracteriza por la fetidez del aire, los enjambres de moscas, así como por la contaminación de mantos freáticos, pozos y lagunas. Además proliferan las enfermedades respiratorias, gastrointestinales y de la piel.Los problemas del Valle de Perote, una parte del cual pertenece a Puebla y la otra a Veracruz, tienen su origen en la producción masiva de cerdos de la empresa Granjas Carroll de México, S.A. de C.V., que cuenta con la protección de los gobiernos de ambas entidades y de la federación. La empresa es propiedad de la compañía estadunidense Smithfield, la mayor productora de cerdos en Estados Unidos, en sociedad con Agroindustriales Unidos de México, S.A. de C.V., que exporta productos del campo, como café. El crecimiento de Granjas Carroll ha generado protestas de comunidades en ambos estados por su efecto destructivo en el medio ambiente y en la vida cotidiana de la población. Algunos lugareños enfrentan procesos penales por denuncias de Granjas Carroll en su contra. Lo irónico es que Smithfield Company vino a México huyendo de los problemas judiciales que enfrenta en su país por contaminar el ambiente en Carolina del Norte y Virginia. Fue desde 1985 cuando un juez de la Corte de Justicia del Cuarto Circuito de Apelaciones de Estados Unidos multó a Smithfield por contaminar el río Pagan, de Virginia. La sanción fue de 285 mil 338 dólares, el mayor castigo civil por una violación del Acta del Agua Limpia. Una década después, en 1996, los directivos de Smithfield fueron sancionados por la misma Corte de Justicia por falsificar y destruir muestras registradas con la descarga intencional de agua tóxica al Pagan. Esa vez la sentencia fue de 18 meses de prisión y una multa histórica de 12.6 millones de dólares.Estos datos se incluyen en un reporte del Comité de Asuntos Gubernamentales del Senado estadunidense, fechado en marzo de 2002. El documento contiene el testimonio de Richard J. Dove, integrante de la organización civil Alianza Waterkeeper, el cual advierte del daño que la empresa provoca en el medio ambiente de Carolina del Norte. En el mismo reporte se dice que en junio de 2000, las organizaciones ambientalistas agrupadas en Riverkeeper documentaron 36 casos de demanda en la Corte Superior contra las operaciones de Smithfield. El objetivo de estos recursos legales era conseguir una orden judicial para que la industria porcícola dejara de “contaminar las corrientes de agua y aire, y reparara el daño causado a ríos y riberas de Carolina del Norte”. En tanto, el estado de Virginia acusó a Smithfield por más de 22 mil violaciones legales a causa de su actividad contaminante. Dichas infracciones se registraron desde mediados de los ochenta hasta mediados de los noventa, pero el caso fue desestimado por el juez en 2001, al considerar que la acción federal excluyó los reclamos estatales. El documento del comité senatorial subraya que un estudio de 1998 “encontró clara evidencia de que el nivel de exigencia de leyes y regulaciones ambientales, más que su castigo, tuvo una influencia directa en el crecimiento de la industria porcícola, que tiene que ubicarse en comunidades minoritarias donde la oposición es más fácilmente silenciada”. La organización ambientalista citada en el reporte subrayó desde entonces: “La presencia de esta contaminante industria es una amenaza para la salud pública debido a que puede bajar el valor de las tierras y la calidad de vida, e impedir un desarrollo económico más saludable para las comunidades que sufren de bajos ingresos y acceso médico”.La experiencia de las comunidades mayoritariamente afroamericanas de Carolina del Norte y de Virginia es la misma que enfrentan alrededor de 30 mil pobladores de ocho municipios en la región de Perote, donde Granjas Carroll se instaló en 1994. Aquí la empresa con capital de Smithfield Company creció exponencialmente en la última década: ha instalado más de 100 módulos en comunidades veracruzanas y poblanas. Sin embargo, sólo ha generado 550 empleos entre la población, pues según datos de la propia empresa sus instalaciones cuentan con avanzada tecnología. Como sucedió en Estados Unidos, los pobladores del Valle de Perote están padeciendo los cambios ambientales y el incremento de los riesgos sanitarios por las grandes cantidades de desechos químicos y microbianos que Granjas Carroll vierte al medio ambiente a consecuencia de su producción masiva de cerdos. Esta información fue documentada en la anterior legislatura local por el entonces diputado perredista Atanasio García Durán y la Comisión del Medio Ambiente, que intervinieron ante los reclamos de la población. Sin embargo, el gobierno de Fidel Herrera Beltrán y las autoridades del ramo nunca tomaron en cuenta esas denuncias. Impunidad y represiónDesde 2005, el exalcalde de Tepeyahualco, Puebla, Antonio López González, alertó al gobierno de Mario Marín sobre el “uso exagerado” de agua por Granjas Carroll, ya que el número de “los cerdos que produce la empresa es superior a la población humana de los municipios de Perote, Jalacingo y Altotonga, en Veracruz; y Guadalupe Victoria, Grajales, Tlachichuca y San Nicolás, en Puebla”. En Veracruz, los afectados por la empresa conformaron la agrupación Pueblos Unidos y, en un sinnúmero de oficios que datan desde 2004, denunciaron que los niveles de los mantos acuíferos descendieron más de un metro cúbico en una década por el uso desmedido de agua en los procesos de producción porcina. Esa asociación solicitó al gobernador Fidel Herrera “evitar la expansión de las granjas” de Carroll, debido al grave problema de contaminación ambiental y a la generación de enfermedades respiratorias, gastrointestinales y cutáneas que propician en la población. La organización civil fue integrada por habitantes de las comunidades de La Gloria, Xaltepec, Sayaleta, Guadalupe Victoria, Totalco, Jalacingo, Altotonga y Perote, en Veracruz; así como de Tepeyahualco, Guadalupe Victoria, Buenavista, Chichicuatla, La Muralla, San Pedro, El Águila, Techachalco, Alchichica, Maravilla y Quechula, en Puebla. Sus oficios recorrieron todas las instancias de gobierno en ambas entidades, igual que organismos federales como la Comisión Nacional del Agua, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Procuraduría de Protección al Ambiente, entre otras, con el fin de solicitar su intervención para que no se instalaran más granjas en sus comunidades. No hubo respuesta de ningún gobierno local ni del federal. En tanto, un recorrido por las comunidades del Valle de Perote basta para causar alarma. Los malos olores y la proliferación de moscas es ya insoportable. De hecho, familias como la del agricultor Fausto Ramírez, propietario del rancho El Riego, en Xaltepec, se ven obligadas a abandonar su casa por la noche para dormir en una camioneta. “Tenemos que buscar las corrientes de aire que no arrastren la fetidez, pero a veces el olor está muy tremendo, es desesperante, no nos deja ni comer ni dormir y tenemos que irnos a donde no nos pegue de lleno”, se queja la esposa del agricultor, Patricia Zamora.A 100 metros del rancho de esa familia está una de las Granjas Carroll. La empresa ofreció a esa familia comprarle sus tierras, dedicadas al cultivo de maíz, frijol, alfalfa y zanahoria, a 10 mil pesos por hectárea, es decir, “a peso el metro”. Fausto Ramírez se negó. Y aunque los efectos de sus actividades industriales son evidentes, en abril de 2006 los directivos de la empresa interpusieron denuncia penal contra más de una decena de inconformes de La Gloria, en Perote, y de Orilla del Monte, en Jalacingo, a los que se les dictó auto de formal prisión “por el delito de difamación”. El juez mixto de primera instancia en Jalacingo inició los juicios contra Fabiola Díaz Quintana, Margarita Hernández Burgos, Guadalupe Serrano Gaspar, Verónica Hernández Argüello y el agente municipal de La Gloria, Manuel Aguilar, así como contra Jorge Bernal Zapara, de Xaltepec, por oponerse a las granjas. Sólo por la presión del exdiputado Atanasio García Durán, quien solicitó la intervención de legisladores federales, la empresa decidió “otorgarles el perdón” y se desistió de las denuncias penales, dice la abogada de los inconformes, Dulce María Vázquez. De todas maneras, las autoridades no actuaron y la empresa siguió presionando para acallar las protestas. En enero de 2007, con apoyo de la comandancia de la Policía Federal Preventiva con sede en Zacatepec, Puebla, Granjas Carroll volvió a denunciar penalmente a un grupo de activistas, por lo que se les abrió la averiguación previa 10/2007.Indiferencia Varios campesinos de La Gloria, una comunidad marginada en las faldas del Cofre de Perote que ha sufrido los embates de Granjas Carroll, opinan que el virus de la influenza A, inicialmente llamada porcina, “surgió aquí, pues fue en nuestro pueblo donde se presentó el primer brote de enfermedades respiratorias”. En efecto, La Gloria es hoy un foco de atención internacional porque en este poblado de unos 3 mil habitantes se detectó el primer caso de infección por el virus de influenza A (H1NI), que ha causado decenas de muertes en México y en otros países.Edgar Hernández, de cinco años, fue identificado como el primer caso de la enfermedad, y medios de comunicación nacionales y extranjeros llegan hasta su humilde vivienda para obtener datos sobre el origen de la enfermedad, que ya superó, y para recoger el testimonio de sus padres. El gobernador Fidel Herrera negó al principio que La Gloria fuera el origen del virus, no obstante que, a principios de marzo pasado, un brote epidemiológico atacó a 400 habitantes y mató a dos niños.La agente municipal de La Gloria Bertha Crisóstomo Lara alertó a las autoridades sanitarias sobre la “extraña enfermedad” que padecían sus vecinos, muchos de los cuales fueron internados en estado grave en hospitales de Perote y de Xalapa. La funcionaria consideró que ese mal era consecuencia de la contaminación generada por los desechos de Granjas Carroll de México. A finales de marzo, el Sector Salud envió una tonelada de cal para esparcirla en La Gloria y así evitar nuevos brotes de la enfermedad que se caracterizó por la fiebre alta, dolor intenso de huesos, tos seca, flemas y náuseas, pero sigue minimizando el problema, denuncia Crisóstomo Lara. En esas fechas el jefe de la Jurisdicción Sanitaria número cinco, Orlando Uscanga Muñoz, reconoció que alrededor de 30% de la población de esa comunidad presentaba síntomas de bronconeumonía. También admitió los fallecimientos de los menores, uno ocurrido a finales de febrero y otro a principios de marzo. Sólo el 26 de abril, después de que se tomaron muestras durante el cerco sanitario de tres días, el gobernador reconoció en un mensaje difundido por Radiotelevisión de Veracruz que el primer caso de influenza “porcina” se había registrado en La Gloria. Eso no dio ninguna esperanza a quienes se oponen a las actividades contaminantes de Granjas Carroll, ya que Herrera Beltrán deslindó a la empresa de ser la principal causante de la insalubridad en la región. La gente sigue enfermándose y no hay medicinas, como denunció la subagente municipal Blanca Roldán Tencle, quien desde finales de abril padece síntomas parecidos a los de la influenza, al igual que su hija de seis años. Pero en La Gloria, si se padecen una fiebre de 38 grados, dolor de huesos y de pulmones, con tos seca y flemas, es mejor callarse: “Aquí no puede uno hablar, decir la realidad, porque de inmediato empiezan a hostigarnos o a actuar penalmente”, dice la subagente.

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