Sunday, September 20, 2009

Boquete Fiscal Panista

Banamex: el boquete fiscal, por falta de prudencia administrativa

Analistas del BBVA señalan que el gobierno puede elevar tarifas públicas y aumentar impuestos
Según Invex, es factible recorte al gasto, incremento de servicios y gravámenes y elevar déficit
Israel Rodríguez J.

El boquete fiscal de 300 mil millones de pesos esperado para 2010 tiene su origen en una dinámica creciente del gasto y, por tanto, es consecuencia de una falta de prudencia en la administración fiscal, aseguró el grupo financiero Banamex, subsidiaria del global Citi.
Los especialistas opinaron que según la experiencia internacional es muy improbable el supuesto de que la brecha fiscal puede ser cubierta por un aumento en los ingresos de alrededor de 2.5 por ciento del PIB (equivalente a 300 mil millones de pesos). Además, en nuestra opinión tratar de alcanzar este objetivo después de una recesión sería casi lo mismo que lograr un milagro económicoFinanzas públicas e irresponsabilidad
De acuerdo con especialistas del grupo financiero Banamex, filial del estadunidense Citigroup, el boquete de 300 mil millones de pesos en las finanzas públicas es consecuencia de una falta de prudencia en la administración fiscal reflejada en una dinámica de gasto público durante los últimos años.
El comentario coincide con la difusión del Análisis a los Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública elaborado por la Cámara de Diputados, en el que se consagra que, durante el primer semestre de 2009, el gobierno federal incrementó la deuda interna del sector público en 267 mil 599 millones de pesos, en tanto que el endeudamiento externo aumentó en 60 mil 86 millones de dólares –monto que equivale a 6.8 por ciento del producto interno bruto–, todo ello sin que el monto ingresado por ese concepto se haya traducido en un beneficio efectivo en la calidad de vida del común de la población.
Las manifiestas afectaciones que los presentes desórdenes financieros mundiales han tenido en México han desmentido contundentemente los alegatos sobre la supuesta solidez económica de nuestro país, esgrimidos en su momento por distintos funcionarios del gobierno federal: hoy es claro que la nación se enfrenta al peor desplome de su economía en más de una década (alrededor de 7.5 por ciento) y que el gobierno dispondrá, en el futuro inmediato, de menos recursos para satisfacer las necesidades de los habitantes.
En los últimos meses, las autoridades federales se han empeñado en culpar de esta situación a la crisis que viene de fuera; no obstante, las administraciones panistas se han encargado de desperdiciar las cuantiosas sumas que han ingresado a las arcas nacionales como consecuencia de los altos precios internacionales del petróleo en los últimos años, los cuales ascendieron a lo largo del sexenio pasado a unos 75 mil millones de dólares.
En vez de canalizar tales recursos a la promoción del empleo, al mejoramiento de la educación y la salud públicas y al combate a la pobreza, a la construcción de infraestructura y la reactivación del mercado interno, las administraciones del blanquiazul han optado por malgastarlo en forma discrecional y opaca, por emplearlo en programas y obras públicas faraónicas e inútiles, y por utilizarlo para saldar los onerosos gastos de la administración pública federal. A mayor abundamiento, debe señalarse que, durante buena parte del periodo de auge en los precios del petróleo –es decir, entre 2002 y mediados del año pasado, cuando las cotizaciones comenzaron a descender–, el gobierno federal consumió seis de cada 10 pesos de los fondos de estabilización creados, justamente, para compensar las pérdidas derivadas de la depreciación de los hidrocarburos, y que la mayoría de este dinero se destinó para sufragar el gasto corriente, rubro relacionado con los exorbitantes sueldos y los servicios personales de la alta burocracia: según la Secretaría de Hacienda, entre diciembre de 2001 y el último tramo de 2008, este tipo de erogaciones aumentó en 68.6 por ciento, al ascender de 301 mil 722 millones a más de 500 mil millones de pesos.
Ante estos elementos de juicio, es hora de que el gobierno reconozca que la problemática que hoy enfrenta nuestra economía es, en buena medida, consecuencia de su propia irresponsabilidad en el manejo de las finanzas: ello ha impedido que hoy el Estado cuente con recursos por demás necesarios, y que, para colmo de males, se esté planteando obtenerlos por medios inviables e inadecuados en la circunstancia presente, como son el incremento de los impuestos y la contratación de más deuda.
La solución efectiva a las presentes dificultades financieras no se alcanzará en la medida en que los encargados del manejo económico sigan sin aceptar la necesidad de terminar con las exenciones fiscales insultantes de que gozan los grandes consorcios empresariales y los capitales foráneos –sobre todo los del sector financiero– y sin orientar sus esfuerzos no sólo a la obtención de mayores ingresos fiscales, sino a su buen empleo y administración.












Profundizan gobiernos panistas la dependencia alimentaria del exterior
En una década el déficit agropecuario pasó de 122 a 3 mil 972 mdd
El déficit de la balanza agropecuaria y agroalimentaria se ha incrementado en más de 3 mil por ciento durante la presente década.
Cuando el Partido Acción Nacional (PAN) comenzó a gobernar el país en el año 2000, con Vicente Fox como presidente, las importaciones de alimentos superaron a las exportaciones en sólo 122 millones de dólares.
Sin embargo, ocho años después y bajo la presidencia del también panista Felipe Calderón Hinojosa, el desequilibrio de esta balanza cerró en 3 mil 972 millones de dólares, de acuerdo con el Anexo estadístico del tercer Informe de gobierno.
El documento revela también que entre 2000 y 2008 no ha habido incremento alguno en la superficie destinada al sector agropecuario respecto del total del territorio nacional, incluso se mantienen los mismos porcentajes registrados desde 1990: 15 por ciento para actividades agrícolas, 58 por ciento para las actividades pecuarias y de 23 por ciento para las forestales.
Además, la superficie sembrada de granos y oleaginosas se redujo casi un millón de hectáreas al pasar de 14.2 a 13.3 millones de hectáreas en el periodo mencionado y el porcentaje de superficie de temporal sembrada para los mismo productos cayó 6 por ciento, aunque las siembras en superficie de riego aumentaron de 17 a 22 por ciento.
En términos generales la producción agropecuaria y pesquera del país sólo ha representado alrededor de 4 por ciento del producto interno bruto (PIB) durante las administraciones panistas, en contraste con el 5.5 por ciento que registró durante 1995, cuando otra crisis económica sacudió a México.
Cada una de las ramas que conforman el sector agropecuario (agricultura, ganadería, pesca, aprovechamiento forestal, industria alimentaria e industria de bebidas y tabaco) ha presentado incrementos en su producción de 4.5 por ciento en términos anuales, con la excepción de la agricultura, que en 2007 saltó 6.4 por ciento.
En torno a los productos agropecuarios manufacturados, el déficit de la balanza comercial subió 160 por ciento en los pasados ocho años, ya que la diferencia entre lo que México compró y vendió al exterior fue de mil 140 millones de dólares a 2 mil 899 millones de dólares.
La industria alimentaria representa casi 45 por ciento del PIB agropecuario, pero su crecimiento anual durante los últimos años no ha sido superior a 3.3 por ciento, según los informes oficiales.
No obstante, el gobierno federal establece que el índice de seguridad alimentaria de México se ubicó durante 2008 en 92 por ciento y prevé que así se mantenga durante 2009, aunque ha ido a la baja. Tal índice, según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) se calcula por la diferencia entre importaciones y exportaciones alimentarias y si es menor a 75 por ciento implica que existe dependencia alimentaria.
Sobre seguridad alimentaria en 2008 es el más bajo, mientras que el más alto se alcanzó al inicio de la administración calderonista con 93.6 por ciento en 2006.
Las estadísticas muestran que en 2008 se alcanzó la producción de los 50 principales productos agrícolas del país, que representan 85 por ciento de la superficie total sembrada, que ascendió a 180 millones de toneladas, 20 millones más que las registradas en 2003.
Exige el Senado a Hacienda informar sobre el disparo de la deuda pública
Se requiere claridad en momentos en que se le quiere ampliar, advierte Dante Delgado
Andrea Becerril

El Senado de la República pidió a la Secretaría de Hacienda información puntual sobre el monto de la deuda pública del país, ya que de acuerdo con un estudio del órgano legislativo, el endeudamiento global es superior en 75 por ciento a lo reportado al cierre de 2008 por la dependencia encabezada por Agustín Carstens.
El acuerdo se tomó en la Junta de Coordinación Política del Senado, luego de que Dante Delgado, de Convergencia, advirtió que se requiere claridad en momentos en que el gobierno federal se propone ampliar la deuda externa, como parte de las medidas para enfrentar la emergencia económica y el boquete en las finanzas públicas.
El legislador presentó ante esa junta, que encabeza el senador del PAN, Gustavo Madero, un informe de los trabajos realizados por la Comisión Especial para Determinar las Causas del Bajo Financiamiento para el Desarrollo y el Elevado Monto de la Deuda Pública, que él preside, en la que insistió en que la información de las autoridades hacendarias es parcial.
Solvencia del país, en duda
La deuda reportada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no refiere los pasivos adicionales, que a fines de 2008 representaban ya un monto de 1.8 billones de pesos, equivalentes al 15.3 por ciento del producto interno bruto. Explicó que el hecho es reconocido por el propio Banco de México, organismo que dio a conocer que la deuda global del gobierno federal ascendía a 33.6 por ciento del PIB”.
El senador Delgado recalcó que están también los proyectos de inversión con impacto diferido en el registro de gasto (Pidiregas), que a finales de 2008 significaron 927 mil millones de pesos, cifra superior en casi 200 mil millones de pesos a los pasivos del Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB), de los que no se ha pagado un solo peso de capital”.
Si al pasivo de 1.8 billones de pesos se le agregan los pasivos reales de los Pidiregas es posible que la deuda pública ronde un poco más de 50 por ciento del PIB, situación que ni Estados Unidos enfrentaron, a pesar de sus programas financieros anticíclicos.
Resaltó, por otra parte, que los recursos del IPAB son muy bajos, ya que al final de 2008 contaba sólo con 2 mil 420 millones de pesos, notoriamente insuficientes para proteger 98 por ciento de los depósitos bancarios comerciales, que a esa fecha totalizaban más de 2 billones 315 mil millones de pesos. Es decir, se tendría una protección aproximada de 0.1 por ciento.
En su informe resalta que la opción simplemente de más deuda no parece procedente para México y por ello se debe plantear su restructuración, a fin de garantizar la solvencia del país. Explicó en esa reunión privada –realizada el miércoles pasado– a la que asistieron también los coordinadores parlamentarios del PRI, PRD y PT, que las autoridades hacendarias le han negado el acceso a la información sobre la deuda pública. Ante ello, acordaron que el Senado la solicitará de manera formal.
La externa subió a 84 mil 405 mdd, reporta centro de estudios de la Cámara de Diputados
Roberto Garduño
En el transcurso del primer semestre de 2009, el gobierno federal engrosó la deuda interna del sector público con 267 mil 599 millones de pesos. Durante el mismo lapso, el endeudamiento externo neto creció en 60 mil 86 millones de dólares, cifra que representa 6.8 por ciento del producto interno bruto (PIB).
El análisis a los Informes sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública, al segundo trimestre de 2009, elaborado por la Cámara de Diputados refiere que el endeudamiento público a través del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) se ubicó en 745 mil 80 millones de pesos.
A la fecha, señala el documento del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, el saldo de la deuda interna neta del sector público federal se ubicó en 2 billones 536 mil 98 millones de pesos, monto superior en 267 mil 599 millones de pesos a los 2 billones 268 mil 565 millones de pesos, registrados al cierre de 2008. Como proporción del PIB, este saldo se traduce en 21.7 por ciento, 3 por ciento más respecto del registrado al cierre de 2008.
Por lo que hace al saldo de la deuda externa neta, ésta se ubicó en 84 mil 405 millones de dólares, monto superior en 60 mil 86 millones de dólares al registrado al cierre de 2008. Como porcentaje del PIB este saldo representó 9.5 por ciento, proporción mayor en 6.8 puntos porcentuales respecto del reportado en diciembre de 2008.
Tal crecimiento obedeció a que en el ámbito externo se obtuvieron recursos de organismos financieros internacionales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. El criterio gubernamental que imperó fue que se aprovecharía la asistencia técnica y experiencia de estos organismos en el manejo de programas y proyectos en distintos sectores, como el de desarrollo social.
La deuda interna neta del sector público, que incluye la deuda neta del gobierno federal, la de los organismos y empresas controladas y la de la banca de desarrollo, para el segundo trimestre de 2009 se ubicó en 31.2 por ciento del PIB, 9.8 por ciento más respecto del último tramo de 2008.
“Los factores que influyeron para la evolución de la deuda interna fueron un incremento en su saldo por 354 mil 284 millones de pesos, derivado de un endeudamiento interno neto por 356 mil 992 millones de pesos y ajustes contables negativos por 2 mil
708 millones de pesos, y la eliminación de los pasivos asociados a los proyectos de inversión con impacto diferido en el registro de gasto (Pidiregas).
Crece pago de intereses
A su vez, el crecimiento de la deuda pública externa ocurrió por un incremento de 29 mil 143 millones de dólares en su saldo, producto de un endeudamiento externo neto de 34 mil 44 millones de dólares, y ajustes contables a la baja por 4 mil 901 millones de dólares, que reflejan principalmente la variación del dólar con respecto de otras monedas en que se encuentra contratada la deuda.
En este rubro, sostiene el centro de estudios, se incluye la eliminación de los pasivos asociados a los Pidiregas de Pemex, y los activos internacionales del sector público federal asociados a la deuda externa que presentaron una variación negativa de 30 mil 943 millones de dólares.
De las obligaciones del gobierno federal en el primer semestre del presente año se pagó por servicio de la deuda 138 mil 76 millones de pesos, monto superior en 17 por ciento en términos reales al de enero-junio de 2008. Del monto total 85.4 por ciento corresponde al pago de intereses, comisiones y gastos de la deuda pública presupuestaria y el restante 14.6 por ciento a las erogaciones para apoyo a ahorradores y deudores.
Por su parte, el IPAB informó que su posición financiera al segundo trimestre de 2009 ascendió a 745 mil 80 millones de pesos, la cual registró un aumento de uno por ciento en términos nominales y una reducción de menos 0.3 por ciento en términos reales, para el periodo enero-junio de 2009.

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