Wednesday, October 21, 2009

Nueva Agresion Fascista vs Trabajadores del SME

MÉXICO, D.F., octubre 13 (EL UNIVERSAL).-

El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) denunció que elementos del Ejército mexicano y de la Policía Federal llegan a domicilios de quienes fueran empleados de la extinta Luz y Fuerza del Centro (LyFC), para "detenerlos y obligarlos a trabajar" con el fin de atender las fallas que se han registrado en la red eléctrica, pues señala que personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no ha podido con el servicio para 25 millones de personas.

A través de un comunicado firmado por el secretario del Exterior, Fernando Amezcua Castillo, quien es el vocero, el SME sostiene que "la infamia y desesperación del gobierno federal ha llegado a límites intolerables y nuestra capacidad de asombro nos ha rebasado.
"Cuando pensábamos que sólo habían tomado nuestras instalaciones para extinguir a Luz y Fuerza del Centro y liquidar a nuestro sindicato, resultó que no, que aún había más".
Denuncia sobre el particular que la Policía Federal y el Ejército han estado asistiendo a domicilios particulares de sus compañeros, que son trabajadores operativos de escalafones como líneas aéreas, distribución foránea, cables subterráneos, así como de subestaciones, de conjuntos habitacionales de electricistas de La Piedad, La Aurora, las Garzas, Sección Sexta de San Juan de Aragón, Lomas de Atizapán y Altavilla.
Lo anterior, asegura, "para detenerlos y obligarlos a trabajar para enfrentar el inmenso colapso eléctrico que los ingenieros de confianza de Comisión Federal de Electricidad han sido totalmente incapaces de resolver".
Además sostiene que el titular de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub sostuvo que la ciudad de México era casi como Guadalajara, "ahora que ya tienen el niño atravesado, tienen que aceptar que sólo los trabajadores del SME tenemos la capacidad de atender nuestra propia zona de trabajo".
Resalta que en las filas del SME no hay traidores que acepten ir a asistir a los de la CFE, por lo que tienen que recurrir a la violencia y a la coerción en su contra para resolver el problema referido.
Fue Calderón quien aumentó los problemas económicos de LyFC, revelan datos de CFE
En 2003, cuando Felipe Calderón fue secretario de energía, el proceso de privatización del sector eléctrico iniciado por Vicente Fox en 2001 se aceleró, aumentando de esta forma los problemas económicos de Luz y Fuerza del Centro, revelan datos de la Comisión Federal de Electricidad.
Víctor Hernández/SDP 13 de Octubre, 2009 - 21:27

Los problemas económicos de Luz y Fuerza del Centro no fueron generados por los salarios de los trabajadores del SME, sino por el proceso de privatización de la generación de energía eléctrica iniciado a principios del sexenio de Vicente Fox que fue acelerado en 2003 cuando Felipe Calderón llegó a la secretaría de energía.
Lo anterior fue revelado a SDPnoticias.com por fuentes cercanas a la propia Comisión Federal de Electricidad y en base a datos que ya son públicos.
De acuerdo con estas fuentes, en 2000 se inicia un proceso de crecimiento de las empresas generadoras de energía eléctrica en el país a las cuales la Comisión Federal de Electricidad, bajo Fox, se compromete a comprarles su producción para el suministro nacional de electricidad.
Al ocurrir esto, la generación de electricidad de la CFE disminuye. No por falta de capacidad, sino porque se le obliga a generar menos electricidad de la que puede producir. Al producir menos electricidad los costos de la CFE para producirla aumentan, ya que se usa la misma cantidad de recursos para producir a capacidad normal que a una capacidad menor en comparación. Pero además se debe gastar más dinero en comprar energía eléctrica a empresas privadas.
Esta situación se agravó entre 2003 y 2004, cuando Felipe Calderón fue secretario de energía, ya que fue en ese lapso cuando el llamado “factor de planta”, es decir, la capacidad de producción de las plantas de energía eléctrica de CFE, por primera vez fue menor que el de las plantas privadas. A partir de ese momento la productividad de las plantas de CFE ha ido disminuyendo cada vez más, mientras que el de las empresas privadas ha ido aumentando.
Previo a esto, de 1995 a 2000, la producción de electricidad de CFE aumentaba todos los años a un ritmo constante.
Esta disminución en la productividad de CFE en el sexenio fe Fox, basada no en falta de capacidad, sino por orden del gobierno federal para comprarle electricidad a privados, ha tenido consecuencias desastrosas, como los problemas económicos de Luz y Fuerza del Centro y la inundación de Tabasco en 2007.
“Se afirma que la deuda de LyFC es enorme y era creciente. Esta es una ficción contable. Lo que ha ocurrido en realidad, es que al incrementar la transferencia de generación pública por parte de CFE hacia las empresas privadas, se ha incrementado el precio de la electricidad de origen, tanto por los altos precios que tuvo el gas natural que utilizan las empresas privadas como por el hecho de que durante los gobiernos panistas, se ha utilizado con una enorme deficiencia el parque de generación de CFE, con consecuencias catastróficas como las inundaciones de Tabasco en noviembre de 2007. Estos altos precios de la energía en efecto transfirieron el incremento de la deuda de CFE a LyFC, mientras transferían a su vez los ingresos de la venta de energía eléctrica a las empresas privadas”, dicen las fuentes cercanas a CFE.
“A partir del 2003, cuando Fox decide establecer por un lado las tarifas de alto consumo, como firmar por medio de su Secretario de Energía Felipe Calderón y Juan Camilo Mouriño, Subsecretario de Infraestructura Eléctrica, contratos de generación muy desventajosos para el Estado con los Productores Independientes de Energía (PIE’s) empezó a disminuir de manera dramática la generación de CFE, generando un círculo vicioso en el que al estar subutilizada la capacidad instalada, se incrementaba el costo de generación de electricidad en todo el sistema eléctrico nacional en su conjunto, lo que a su vez se convertía en un mayor costo de adquisición de la energía de LyFC que no tiene un parque de generación significativo, que generó altos precios en la electricidad tanto para los clientes de LyFC como de CFE. Esta ineficiencia es por consigna, no es inherente a la CFE como empresa, ya que como los datos del 2000 y 2001 demuestran, CFE tuvo una productividad superior o similar a las empresas privadas que han contado con todo el apoyo de Felipe Calderón,” continúan.
En el actual sexenio, continúan las fuentes, la producción de electricidad por TeraWatt ha caído de manera estrepitosa, mientras que al mismo tiempo se compra más electricidad a empresas privadas. De hecho, dos terceras partes del parque de generación de CFE se mantiene sin producir a pesar de que sus plantas están en buenas condiciones.
No sólo eso; con el cierre de pequeñas y medianas empresas, como consecuencia de la crisis económica, está disminuyendo el consumo de electricidad, lo cual no sólo afecta a CFE y al estado por la falta de recursos, sino también a los productores privados, los cuales se verán presionados a subir el precio de la electricidad que le venden a CFE para mantener su nivel de ganancia.
“La caída en el consumo es tan grande, que los inversionistas privados no han puesto en servicio nuevas centrales generadoras desde el 2007, y difícilmente lo harán en un futuro cercano”, dicen las fuentes cercanas a CFE.
“Hay que recalcar que el precio de la energía eléctrica al público no lo establecen CFE ni LyFC, sino el Poder Ejecutivo a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que tiene voz y voto en las juntas de gobierno de CFE y LyFC, así como ser la que define el presupuesto de ambas instituciones. Así, si en LyFC atendían a los usuarios con máquinas de escribir en lugar de computadoras, en buena manera fue porque la SHCP no autorizó la adquisición de las mismas a LyFC,” añaden.
Las fuentes consideran que el problema que causaron los trabajadores de LyFC fue el de crear una mala imagen para la empresa—al igual que CFE y Pemex. Pero que es la estrategia y malos manejos de las administraciones panistas las que han causado el problema económico mayor en LyFC, no los trabajadores sindicalizados.
Liquidación de la empresa por segunda vez liquidada


Mientras el pueblo gritaba eufórico, “nos vamos al mundial, nos vamos al mundial” y los trabajadores estaban embriagados con el triunfo de la selección, el gobierno federal ordenaba la toma de las instalaciones de la Compañía de luz y Fuerza del Centro.

Bien pensado por lo liquidadores. El plan se comenzó a articular desde hace más de un año. Después de eso, ¿dónde queda el “rechazo a la toma de nota” del Señor Lozano Alarcón? ¿Estaba defendiendo los intereses de la ley y de la democracia? ¿O sólo era parte de la conjura y de decisiones estratégicas ya tomadas?

Muchos alegatos llegan del Presidente y su gabinete para justificar la liquidación, “por bien de la Patria ”, ¡había que liquidar una empresa deficitaria en tiempos de crisis! Y la Secretaria de Energía se apresura a declarar que: ¡Pueden crear otra empresa paraestatal inmediatamente para los despedidos! ¿Cuántos van a contratar, diez mil, como anunció Cartens? Y ¿los 36 mil restantes?

Se le olvida a la Kesel que el decreto que creó la Compañía de luz y Fuerza del Centro en el 94 fue para remplazar otra compañía en liquidación: La Compañía de Luz y Fuerza del Centro en Liquidación, precisamente. No es la primera vez que la liquidan.

Lo que se buscaba, en realidad era liquidar al sindicato, no a la empresa. La fórmula ya empleada en la extinta Compañía de Luz y Fuerza en Liquidación, tal como reza el decreto de 94, expedido por Carlos salinas, representa un precedente de cómo debió, en todo caso, hacerse la liquidación ahora. No era cosa de “enchilame otra gorda”.

De acuerdo con el decreto del 94, que le dio origen a la ahora liquidada Compañía de Luz y Fuerza del Centro, las relaciones entre empresa y sindicato debían regirse por la Ley Federal del Trabajo.

Y la ley federal del Trabajo establece que si la empresa quiere dar por terminadas las relaciones de trabajo, debe notificarlo y justificarlo ante la Junta de Conciliación y arbitraje:

Artículo 433.- La terminación de las relaciones de trabajo como consecuencia del cierre de las empresas o establecimientos o de la reducción definitiva de sus trabajos, se sujetará a las disposiciones de los artículos siguientes.

Artículo 434.- Son causas de terminación de las relaciones de trabajo:

I. La fuerza mayor o el caso fortuito no imputable al patrón, o su incapacidad física o mental o su muerte, que produzca como consecuencia necesaria, inmediata y directa, la terminación de los trabajos;

II. La incosteabilidad notoria y manifiesta de la explotación;

Artículo 435.- En los casos señalados en el artículo anterior, se observarán las normas siguientes:

III. Si se trata de la fracción II, el patrón, previamente a la terminación, deberá obtener la autorización de la Junta de Conciliación y Arbitraje, de conformidad con las disposiciones para conflictos colectivos de naturaleza económica.

Para proceder a la liquidación hacía falta la autorización de la Junta federal. Así dice la ley, ni modo.

Lo anterior explica el apuro de Cartens para que cobren ofreciendo hasta dos años de indemnización.

Le apuestan al hambre. Derrotar a los trabajadores por hambre. Veremos.

Esta es la editorial del “Mundo del Trabajo”.

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